saludinfantil.com Cirugía fetal: una realidad próxima |
||
Página
principal
Información
general
Consulte con el experto
Formación continuada
Asociaciones de enfermos y familiares
|
La cirugía fetal hace referencia a la consideración del feto como un paciente en el que podemos no sólo actuar mediante la administración de fármacos, sino que puede ser intervenido quirúrgicamente como lo haríamos con un niño ya nacido pero sin interrumpir el embarazo en curso. Ya en 1963 Liley relató la primera transfusión sanguínea intraútero como tratamiento de los fetos con afectos de incompatibilidad materno-fetal por Rh. Desde la década de los 80, los importantes avances en biología molecular, así como los mejores métodos diagnósticos disponibles como son la amniocentesis, la amnniografía, el análisis del líquido amniótico, la biopsia de la vellosidad corial, la cordocentesis, la ecografía, la resonancia magnética y la fetoscopia, han permitido un mayor número de diagnósticos de la patología fetal con menores semanas de gestación y mayor fiabilidad. Todo esta a permitido que cada vez un mayor número de cirujanos experimenten en el terreno de la cirugía fetal. Sería injusto hablar de cirugía fetal sin mencionar los trabajos de Harrison que comenzaron a publicarse en los inicios de la década de los 80 y al que podemos considerar padre de la cirugía fetal al hacer de esta una realidad tangible. Es clásica la clasificación de Harrison de las patologías fetales según el procedimiento terapéutico recomendado para que tanto la madre como el niño reciban la mejor atención. Esta clasificación vigente aún hoy establece 6 grupos: - Malformaciones incompatibles con la vida - Malformaciones que se corrigen mejor después del parto - Malformaciones que recomiendan una cesárea - Malformaciones que requieren una inducción del parto - Malformaciones que deben ser tratadas antes del parto - Malformaciones que requieren un tratamiento quirúrgico antes del parto. Las más importantes de este grupo son: - Hernia diafragmática - Hidrocefalia / Mielomeningocele - Obstrucción severa de las vías urinarias - Bloqueo cardiaco completo - Obstrucción del flujo ventricular - Malformaciones faciales - Teratoma sacrococcigeo El objetivo de la cirugía fetal es el de corregir las graves malformaciones fetales cuando dicha corrección podrá permitir minimizar la secuelas que se derivarán de dichas malformaciones aún cuando sean intervenidas en los primeros días de vida. Por ejemplo, se ha observado que la corrección de los problemas obstructivos urinarios durante la vida fetal permite la recuperación total del tejido renal sin secuelas; o que la derivación precoz de la hidrocefalia fetal disminuye significativamente la incidencia de retraso psicomotor secundario a la misma cuando la cirugía se realiza tras el parto; o como la corrección intraútero de la hernia diafragmática permite un desarrollo pulmonar adecuado muy superior al que se logra con la intervención postparto. Hoy nos encontramos más en el terreno experimental que en el de una cirugía al alcance de todos, aunque ya se han intervenido algunos pacientes con éxito (es conocido el reciente paciente intervenido de una hidrocefalia). Por el momento la mortalidad de la cirugía fetal aún es alta lo que condiciona la selección de los paciente susceptibles de recibir estos tratamientos, de ahí que el terreno experimental sea todavía fundamental. En los próximos años los centros capaces de realizar intervenciones quirúrgicas sobre los fetos aumentarán notablemente, aunque es deseable se concentre la patología en centros especializados de referencia para que los equipos anestésico-quirúrgicos adquieran el desarrollo adecuado sobre la base de una cirugía experimental previa (búsquese el paralelismo con el desarrollo de los equipos de trasplante de órganos). Dr. Ricardo Diez García Especialista en Cirugía Pediátrica
|
|
Fecha de actualización: 2004 |
Copyright © 2002 www.saludinfantil.com. Reservados todos los derechos.