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Colesteatoma

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A MI HIJO LE HAN DIAGNOSTICADO UN COLESTEATOMA Y LE QUIEREN OPERAR

   Podemos encuadrar el colesteatoma dentro de las infecciones crónicas que afectan al oído (otitis media crónica colesteatomatosa). El colesteatoma, podemos definirle a la vez, como la presencia de piel ( con lo que ello conlleva: descamación, secreción sebácea, gérmenes...), en un lugar donde no tiene que estar. Puede ser debido a persistencia de restos embrionarios (colesteatoma congénito) o la "entrada" o crecimiento de esa piel en el oído medio, desde perforaciones o retracciones de la membrana del tímpano, formando verdaderas "bolsas" de descamación epitelial. Esta piel, se comporta en cierta manera como un tumor, que va erosionando las estructuras óseas del oído, por presión al crecer, y por las enzimas de deshecho.

   También es típica la sobreinfección de esta formación, produciendo episodios de supuración recidivante, que suele tener característicamente un olor fétido, y para el que habrá que poner tratamiento antibiótico. Por ello, es muy importante, en el caso de supuraciones repetidas del oído, que un especialista en otorrinolaringología, compruebe qué clase de patología está sufriendo tu hijo y descarte la existencia de esta entidad.

¿Qué tratamiento tiene?

   El colesteatoma tiene un tratamiento quirúrgico. Podemos entender el oído medio, como dos habitaciones (caja y mastoides) que se ventilan por un pasillo (trompa de Eustaquio). Existen dos técnicas, llamadas timpanoplastia, que serán cerrada o abierta, según respetemos el tabique que separa las dos habitaciones de las que hemos hablado. Se trata de limpiar y retirar toda esa piel del oído. En la misma cirugía o después, habrá que intentar recuperar la función auditiva del oído. El colesteatoma es muy "agresivo" en los niños, y tiene un alto índice de recidivas y de reintervenciones.