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Enuresis nocturna

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Sugerencias

   Definimos la enuresis nocturna como la micción involuntaria durante la noche a una edad en que la mayoría de los niños ya han logrado el control esfinteriano. Puede ser primaria o secundaria según sea un fenómeno persistente o presente un periodo de interrupción con reaparición posterior.

   Se acepta que primero se adquiere el control anal diurno, luego el control anal nocturno, a continuación el control urinario diurno y finalmente el control urinario nocturno, completándose este proceso madurativo a los 4 años de edad en el 80% de la población y siendo más precoz en las niñas que en los niños.

   Para el diagnóstico es fundamental una adecuada historia clínica, valorando los antecedentes familiares (el 60% de los niños enuréticos tienen antecedentes familiares positivos), situación ambiental familiar y los síntomas asociados que nos indiquen patología urológica o neurológica. 

   En general la evolución es a la curación espontánea con el tiempo, y dada la experiencia acumulada en estos años no se considera necesario iniciar ningún estudio en niños menores de 6 años cuando no haya indicios de patología urológica y/o neurológica. 

   Existen unas recomendaciones generales encaminadas a disminuir la incidencia del problema y conseguir la colaboración del niño sin condicionarle. Entre ellas son especialmente útiles aumentar la ingesta de líquidos durante el día disminuyéndolos las horas previas al sueño; la micción completa previa al sueño; la siesta controlada; la confección de un sencillo calendario donde se reflejen los días secos y los húmedos para constatar los resultados; el control de la dieta durante la cena; y otras.

   Las posibilidades terapeúticas son amplias y deben valorarse de forma individualizada en cada niño después de un estudio completo que siempre debe incluir un análisis de orina y urocultivo; los estudios de imagen están encaminados a descartar una causa urológica orgánica. Se deberá valorar de forma personalizada la necesidad de realizar un estudio urodinámico que determine la capacidad vesical y la adecuada coordinación de las contracciones de la vejiga y el esfinter urinario. 

   Se han utilizado fármacos (Anticolinérgicos, Antidepresivos tricíclicos y Desmopresina), la terapia condicionante (alarma nocturna), la psicoterapia individual y de grupo, y el Biofeed-back siendo posible obtener buenos resultados si se siguen las recomendaciones generales y se selecciona adecuadamente el tratamiento necesario para cada niño enurético.

 

Dr. Ricardo Diez García

Especialista en Cirugía Pediátrica

Fecha de la última actualización: 2004

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