saludinfantil.com Dolor testicular agudo en niños y adolescentes |
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El dolor testicular agudo es una de las urgencias que requieren una más rápida actuación por parte de los especialistas médicos. Fundamentalmente existen 3 entidades clínicas que pueden ocasionar un cuadro de dolor agudo testicular en niños y adolescentes: la orquiepididimitis (infección del testículo), la torsión testicular y la torsión de una Hidátide de Morgagni. La orquiepididimitis es un proceso infeccioso localizado en el testículo y el epidídimo (conducto enrrollado que se sitúa en un polo del teste y de donde se origina el conducto deferente); el dolor se acompaña de inflamación local y enrojecimiento de la piel escrotal; en ocasiones existe disuria y/o polaquiuria (molestias urinarias en relación con una infección de la orina asociada). En niños es una entidad rara, y poco frecuente en adolescentes. El análisis de orina puede evidenciar la presencia de la infección de orina asociada. El tratamiento consiste en la antibioterapia adecuada y el pronóstico es favorable. La torsión testicular es la entidad más grave de las que aquí analizamos. Es más frecuente en recién nacidos o en adolescentes y el diagnóstico precoz es fundamental. Consiste en el giro (torsión) del testículo sobre los elementos del cordón espermático (vasos testiculares y deferente); esta torsión compromete el aporte de sangre al testículo y si no se corrige en las primeras 4-6 horas de dolor, se puede producir la necrosis irreversible del testículo. El tratamiento debe ser quirúrgico procediéndose a la detorsión del teste y si se recupera su vascularización, a su fijación para prevenir nuevas torsiones. El aspecto externo del escroto es similar al descrito en el caso de la orquiepididimitis, y sólo la Gammagrafía escrotal en las primeras horas y/o la ecografía-doppler que nos pueden medir el flujo de sangre arterial al testículo, podrán asegurarnos el diagnóstico. La presencia de dolor inguinal y/o abdominal y la ausencia de molestias urinarias (sedimento urinario normal) pueden reforzar la sospecha clínica. Dada la gravedad de esta entidad, cuando no sea posible descartarla con los medios disponibles se recomienda la exploración quirúrgica con objeto de "salvar" el testículo. En los casos de torsión completa con necrosis del teste debe procederse a su extirpación, dado que se producen alteraciones inmunológicas que pueden dar lugar a lesiones en el testículo contralateral que comprometan su capacidad fértil; además el testículo sano debe ser fijado para prevenir una torsión. La torsión de una hidátide de Morgagni es la causa más frecuente de dolor agudo escrotal en la edad pediátrica. Se trata de un resto embrionario que carece de función tras el nacimiento y que permanece unido al testículo por un fino pedículo en el que se encuentran sus vasos y que con facilidad se puede girar comprometiendo su aporte sanguíneo y provocando con ello dolor intenso. En la exploración es posible en ocasiones apreciar un punto azulado móvil en el interior del escroto y que es doloroso a la palpación. El dolor testicular disminuye al elevar el teste, y ni el cordón inguinal ni el abdomen suelen ser dolorosos; el resto de los hallazgos pueden ser idénticos a los comentados en la torsión del testículo. La clínica puede desaparecer con el uso de antiinflamatorios y reposo pero es fundamental no errar en el diagnóstico por el riesgo de que se trate de una torsión testicular. Debe confirmarse el diagnóstico mediante una ecografía-doppler del testículo afecto. Incluso en manos de cirujanos expertos y con el auxilio de las técnicas de imagen comentadas, existen casos en los que establecer el diagnóstico con seguridad es una tarea casi imposible. Ante la duda siempre es preferible el tratamiento quirúrgico (es una intervención de muy bajo riesgo y corta duración) a tener que quitar un testículo de un niño. En los casos de torsión del testículo y orquiectomía debe informarse a los padres de la posibilidad de colocar una prótesis testicular que ocupe el lugar del testículo extirpado con objeto de disminuir las repercusiones psicológicas de la amputación. La existencia de un único teste sano asegura una adecuada capacidad reproductora. Dr. Ricardo Diez García Especialista en Cirugía Pediátrica
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Fecha de la última actualización: 2004 |
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