saludinfantil.com Quiste del colédoco |
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Entendemos por quiste del colédoco la dilatación congénita del conducto biliar común (colédoco) sin obstrucción mecánica del mismo. El colédoco es un conducto que resulta de la unión del conducto hepático por el que sale la bilis formada en el hígado, y del conducto cístico o de vaciamiento de la vesícula biliar que es el saco en el que se almacena la bilis antes de ser enviada al intestino delgado. La bilis o sales biliares son necesarias para la digestión de las grasas y la absorción de algunas vitaminas (principalmente la K). Se trata de una entidad poco frecuente y con mayor incidencia en el sexo femenino (entre 3 y 4 veces más) cuya causa última continúa siendo desconocida. La presencia de otras malformaciones asociadas es infrecuente. Existen tres variantes anatómicas, los tipos I (dilatación generalizada), II (dilatación a modo de divertículo) y III (coledococele o dilatación en el espesor de la pared). Casi el 90% de los afectados en occidente son del tipo I. La forma de presentación es variable, dependiendo de la edad de presentación y el tipo anatómico, siendo clásica la asociación de ictericia, dolor abdominal y la palpación de una masa en el abdomen. Otros síntomas pueden ser fiebre, vómitos, hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado), acolia (ausencia de bilis en las heces), y otros. El diagnóstico se basa en la sospecha clínica y su confirmación mediante pruebas de imagen, siendo de elección la ecografía y la resonancia magnética con reconstrucción tridimensional de la vía biliar. La colangiografía endovenosa y/o la colangiopancreatografía endoscópica retrógrada también pueden ser útiles. Además esta última puede utilizarse también ocasionalmente con carácter terapeútico. El tratamiento de elección en nuestros días es la extirpación del quiste y la derivación de la vía biliar hepática al intestino delgado (yeyuno). Es necesario eliminar el quiste por el alto riesgo degenerativo (tumoral) que presenta. Se trata de una cirugía de riesgo que requiere de cuidados postoperatorios en una Unidad de Cuidados Intensivos. A pesar del tratamiento quirúrgico muchos de estos enfermos presentan una lenta evolución hacia la cirrosis biliar por lo que se aconseja un tratamiento precoz para minimizar el daño hepático. En los casos de cirrosis biliar será necesario en algún momento de la vida un trasplante hepático condición esta que debe ser tenida en cuenta en el momento de la intervención primaria sobre el quiste de colédoco para no interferir en la misma. Dr. Ricardo Diez García Especialista en Cirugía Pediátrica
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Fecha de la última actualización: 2004 |
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