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Tratamiento endoscópico del reflujo vesicoureteral

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Sugerencias

   El reflujo vesicoureteral es la uropatía más frecuente en la infancia y se define como el flujo retrógrado de orina desde la vejiga hacia los uréteres. Este flujo de orina se clasifica según su intensidad en 5 grados (I, II, III, IV y V) pudiendo añadirse el adjetivo de intrarrenal en los últimos grados. Es la causa anatómica más común de infección urinaria en niños. Entre el 20 y el 30% de los niños presentan un antecedente familiar de reflujo pero no ha podido demostrase un factor hereditario.

   El tratamiento inicial es médico (profilaxis de las infecciones urinarias mediante la administración nocturna de bajas dosis de antibióticos que se eliminen en forma activa por la orina) pero cuando este fracasa, está indicado el tratamiento quirúrgico. Desde 1984 se dispone de una técnica endoscópica en niños para la corrección del reflujo que puede realizarse a cualquier edad y con cualquier intensidad (grado) de reflujo.

   Consiste en la inyección submucosa, en las proximidades de la desembocadura de los uréteres en la vejiga (meatos ureterales), de un material sintético denominado "Macroplastic"®, o "DeFlux"® a través de un cistoscopio que se introduce en la vejiga por la uretra bajo anestesia general. Con anterioridad se han utilizado otras sustancias como el "Teflón"® que actualmente están es desuso. El niño es dado de alta hospitalaria el día siguiente. La profilaxis antibiótica se mantiene como antes de la intervención hasta que se comprueba que el reflujo se ha curado.

   Los resultados son favorables en el 95% de los enfermos y las ventajas evidentes: menor agresión quirúrgica, corta estancia hospitalaria, rápida recuperación y posibilidad de repetir el proceso si ha resultado insuficiente.

   En la actualidad se considera el tratamiento quirúrgico de elección para la corrección del reflujo vesicoureteral que no ha respondido satisfactoriamente al tratamiento médico conservador. Como siempre es importante individualizar las indicaciones para obtener los mejores resultados.

   El tratamiento quirúrgico a cielo abierto, o clásico, consiste en la recolocación vesical del uréter refluyente, lo que precisa de abrir la vejiga y disecar el uréter. La recuperación del enfermo se demora unos 7 días de promedio y la agresión es muy superior a la asociada al tratamiento endoscópico.

   El inconveniente fundamental de la técnica endoscópica es el alto coste del material utilizado, si bien este gasto se compensa con la reducción de la estancia hospitalaria cifrada en más de 6 días de diferencia y el ahorro de medicación. Aún sin considerar este último aspecto los beneficios para el paciente justifican el uso de la cirugía endoscópica como procedimiento de elección.

 

Dr. Ricardo Diez García

Especialista en Cirugía Pediátrica

Experto Universitario en Cirugía Laparoscópica

Fecha de la última actualización: 2005

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