saludinfantil.com Síndrome de apnea obstructiva del sueño en el niño |
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El síndrome de apnea obstructiva durante el sueño (SAOS) es un cuadro bien conocido en pacientes adultos que afecta fundamentalmente a obesos. La importancia del SAOS en la infancia viene dada por haberse relacionado con algunos casos de muerte súbita del lactante y por el riesgo de secuelas neuropsíquicas y de hipertensión pulmonar. Se define apnea como el cese de flujo aéreo nasal y bucal durante más de 10 segundos. Cuando la ausencia de flujo dura menos de 10 segundos se considera como pausa respiratoria o hipopnea. Puede ser de tipo central (en la que no solo no hay flujo aéreo sino que tampoco hay esfuerzo respiratorio), obstructiva (en la que no hay flujo aéreo a pesar de la realización de movimientos intensos de la pared torácica) o mixta (cuando se combinan ambos tipos). En niños normales pueden existir algunos episodios apneicos aislados que no producen repercusión clínica ni hipoxemia. El SAOS se define por la presencia de más de 10 episodios de apnea y/o hipopnea obstructiva por hora de sueño. La gravedad y repercusión del SAOS viene determinada por el número y la duración de las apneas-hipopneas así como por su repercusión sobre el oxígeno tisular y la frecuencia cardiaca. Etiología En los niños la mayoría de los casos de SAOS son secundarios a hipertrofia de amígdalas y/o adenoides (vegetaciones). Otras causas menos frecuentes son malformaciones craneofaciales, traumatismos craneofaciales, secuelas de cirugía reconstructiva de la faringe, parálisis de las cuerdas vocales, desviación del tabique nasal, y laringomalacia. En cuanto a la hipertrofia de amígdalas y adenoides es importante subrayar que para que produzcan SAOS no es necesario que en la exploración física se objetive una gran hipertrofia que obstruya completamente la luz faríngea, ya que el colapso faríngeo durante el sueño se produce debido a una conjunción de diversos factores: disminución del área faríngea, hipotonía muscular, posición supina durante el sueño, infecciones respiratorias altas, que al producir edema y acúmulo de secreciones, aumentan el número y la gravedad de las apneas obstructivas. Clínica Los niños con SAOS no presentan generalmente apneas ni dificultad respiratoria en vigilia, pudiendo estar asintomáticos o presentar tan sólo signos de obstrucción respiratoria alta (obstrucción nasal con respiración oral, voz nasal,...). Durante el sueño los niños con SAOS suelen preferir dormir sentados o con muchas almohadas, el sueño es intranquilo con respiración generalmente por la boca, con ronquido, apneas y episodios de despertar, continuos movimientos del cuerpo, y en ocasiones sonambulismo, pesadillas, enuresis y aumento de actividades parafuncionales (bruxismo). Los episodios de apnea-hipopnea se caracterizan por un aumento importante del esfuerzo respiratorio con disminución o desaparición del ronquido, hipoxemia y bradicardia progresiva. El episodio apneico finaliza con un ronquido intenso, reanudándose la corriente de aire, disminuyendo el esfuerzo respiratorio y taquicardia brusca. Las manifestaciones clínicas más frecuentes secundarias al SAOS son: - Somnolencia diurna: letargia o ataques de sueño - El niño con SAOS también puede parecer hiperactivo durante el día moviéndose continuamente para no caer dormido. - Cefalea matutina. - Modificaciones de la conducta y del carácter: irritabilidad, pérdida de alegría,...) - Encefalopatía hipóxica: el daño neuropsíquico puede ser variable en intensidad y manifestarse como una disminución en el rendimiento escolar (descenso de la atención, de la capacidad de concentración y de memoria) o, menos frecuentemente, en los casos severos, como una encefalopatía importante. Dra. Margarita Bartolomé Benito Especialista en Otorrinolaringología |
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Fecha de la última actualización: 2004 |
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