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Uraco persistente, fístulas y quistes del uraco

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Sugerencias

   La patología del uraco se clasifica como un tipo poco frecuente de anomalía congénita que se manifiesta a lo largo de la infancia como un proceso infeccioso agudo o repetitivo y que se localiza bien en el ombligo, o bien de la vejiga y por ello en la orina. Es dos veces más frecuente en niños que en niñas y se han descrito en la literatura mundial no más de 400 casos hasta la fecha.

   El uraco es un tejido que se extiende entre el ombligo y la vejiga por encima del peritoneo y por debajo de la unión de los músculos abdominales (los rectos) en la línea media (línea alba). Representa un resto atrófico de la llamada alantoides.

   Existen 5 tipos congénitos de anomalías del uraco: uraco permeable, quiste del uraco, fístula del uraco con drenaje en el ombligo, fístula con drenaje en el ombligo y en la vejiga, y el divertículo uracovesical. 

Uraco permeable

   Generalmente es fácil de diagnosticar pues se apreciar salida de orina al cortar el cordón umbilical que se muestra abultado como en las hernias umbilicales. Estas formas que se manifiestan nada más nacer con frecuencia asocian una obstrucción en la salida natural de la orina desde la vejiga a través de la uretra hasta el exterior. El diagnóstico se confirma mediante una cistografía y el análisis del líquido que "rezuma" por el cordón.

   El tratamiento debe ser quirúrgico y precoz: ante el riesgo de infección no solo de la orina sino de sepsis (infección generalizada) se procede a eliminar completamente el uraco; si existe patología urinaria asociada, esta debe solucionarse simultáneamente o con anterioridad. Se debe poner especial cuidado en eliminar todos los resto de tejido uracal por que está descrita su degeneración maligna (sarcoma) con el paso de los años.

Quistes del uraco

   Son raros y la mayoría se localizan en el tercio inferior del uraco. Pasan desapercibidos durante un periodo variable, manifestándose cuando se infectan o cuando alcanzan el ombligo y se transforman en una fístula.

   Se diagnostican fácilmente mediante una ecografía y una vez conocida su presencia deben ser extirpados. Si existe infección del quiste puede diferirse el tratamiento quirúrgico a la curación del proceso infeccioso que se trata con antibióticos por vía endovenosa.

Fístulas del uraco

   Se presentan como una zona dolorosa entre el ombligo y el pubis acompañada de fiebre, malestar general y secreción de "pus" por el ombligo y/o presencia de síntomas urinarios.

   La sospecha clínica del proceso se confirma mediante una ecografía que es casi siempre diagnóstica.

   Como en el resto de las formas clínicas comentadas es necesaria la extirpación quirúrgica de los tejidos del uraco que en este caso se acompañará de tratamiento antibiótico intravenoso.

Divertículo uracovesical

   Es el tipo más infrecuente de todos los comentados y puede pasar desapercibido durante años. Con frecuencia se asocia a obstrucción de la uretra o a otras anomalías congénitas como el síndrome de la pared abdominal en ciruela pasa. Se manifiesta como infecciones urinarias y debe ser tratado mediante cirugía como en los casos anteriores.

Tratamiento quirúrgico

   En todos los casos se realiza bajo anestesia general y no constituye en general una intervención de riesgo.

   Los restos del uraco se alcanzan mediante una incisión por debajo del ombligo y los resultados son satisfactorios en un altísimo porcentaje de los enfermos. La reproducción de los síntomas que permitieron el diagnóstico es excepcional, y la recuperación de los niños muy buena: en general la estancia hospitalaria es breve aunque está condicionada por la edad del niño y la presencia de infección en el momento del tratamiento quirúrgico.

Dr. Ricardo Diez García

Especialista en Cirugía Pediátrica

Fecha de la última actualización: 2004

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